Quedan 7 días para la que será quizás la elección más importante desde la recuperación de la democracia.
Una elección definitiva en la que se disputa mucho más que un modelo económico o político para nuestro país: se pone en tensión la identidad nacional y la tradición humanista que hizo de la Argentina, con sus marchas y contramarchas, un país que nos enorgullece y que el mundo admira.
El país de revolucionarios, libertadores y estadistas. De médicos y científicos Premios Nobel. El octavo país más grande del mundo. Riquezas naturales y paisajes de ensueño desde Ushuaia a La Quiaca. El país de inmigrantes, criollos y originarios. El país de la paz, la solidaridad y el progreso colectivo.
El país de la educación y la salud pública que, mucho antes que otros, erradicó el analfabetismo y se sobrepuso a pandemias. El país de la alta cultura, la vanguardia y también de las bibliotecas populares. El país de los campeones del mundo. De Kempes, Maradona y Messi. El país del Papa Francisco y de las escuelas y las parroquias en cada pueblo. El país de los curas villeros y las procesiones multitudinarias.
No, no somos el país fracasado que las tribunas del odio dicen que somos. Solo buscan bajarle el precio porque sueñan con venderlo o rematarlo.
Al contrario, somos el país con resiliencia inagotable que se ha sobrepuesto a cada crisis y a cada conflicto. Ese país que abre puertas cuando otros la cierran. Que se pone en marcha cuando otros retroceden.
Somos el país de los derechos humanos que todavía busca a sus desaparecidos. El país donde cada vida es igual de valiosa. De las libertades civiles, la libertad de expresión y la división de poderes. La República Argentina. Qué país nuestro país.
Quedan diez días para una elección en la que se pone en juego nuestra bandera y nuestra historia. La que construyeron nuestros abuelos cuando llegaron en búsqueda de oportunidades y la que queremos para nuestros nietos.
Podemos seguir siendo el país de Carrillo, Oñativia y Favaloro, o podemos convertirnos en la degradación sudamericana que permita la libre venta de órganos y armas.
No se trata de banderas políticas, porque la identidad nacional y la tradición humanista de la Argentina trasciende a los partidos, son parte constitutiva de nuestra identidad. De conservadores a liberales, de peronistas a radicales. Allí hace más de un siglo va la educación pública con Roca y Sarmiento, el voto secreto y universal con Indalecio Gómez y Sáenz Peña, los ferrocarriles e YPF con Yrigoyen; la reivindicación de la justicia social y los derechos laborales con Perón, el abrazo con Balbín por la unidad nacional; y, hace ya 40 años, Alfonsín y su preámbulo para sentar las bases de la democracia moderna y participativa.
Quedan 7 días. Los salteños no podemos elegir el abismo, el salto al vacío, la condena a la pobreza.
"¿Ustedes se imaginan a nuestros chicos de los parajes con vouchers buscando a alguien que les enseñe?”. El gobernador Gustavo Sáenz fue muy claro. La opción de la motosierra y la violencia no podría generar más que daño para nuestro país y particularmente para el norte argentino.
Haciendo estimaciones, solo teniendo en cuenta el recorte de coparticipación que propone el candidato Javier Milei, Salta estaría perdiendo más de 15.000 empleos vinculados a la obra pública.
Y lo mismo con otras áreas del Estado: "de cuatro policías, vamos a poder pagar uno; de cuatro maestros, vamos a poder pagar uno; de cuatro enfermeros, vamos a poder pagar uno. Los intendentes no van a tener para pagar los sueldos”.
A las declaraciones del gobernador salteño se le suman las de su par de Jujuy, el radical Gerardo Morales: “con el plan de Milei no solo se va a paralizar la obra pública, o a recortar la prestación en salud y educación, ni siquiera se van a poder pagar los sueldos”.
Estamos frente a horas decisivas. El pueblo argentino debe ir a las urnas en defensa propia, en defensa de su historia y de su futuro.
El voto en las PASO y en las Generales indicó que la mayoría de los argentinos quiere un nuevo gobierno, un gobierno mejor.
Que solucione la crisis y estabilice la economía, que produzca y exporte más, que mantenga y genere más empleo, que disponga un sistema impositivo más justo y progresivo, que termine la grieta, que mejore la salud y la educación pública, que recupere el crédito hipotecario y el acceso a la vivienda.
El pueblo argentino merece una Argentina mejor, no una Argentina que explote.
Columna emitida por FM Aries el 9 de noviembre de 2023.